Sofía y Martín eran una pareja enamorada que había decidido casarse después de varios años de noviazgo. Se conocieron en la universidad y, desde entonces, habían compartido sueños y metas. Sin embargo, antes de llegar al altar, surgió una conversación que pocos novios se atreven a tener: las capitulaciones matrimoniales.
Martín provenía de una familia de empresarios. Aunque había construido su propia carrera como ingeniero, sabía que en el futuro heredaría parte del negocio familiar. Sofía, por su parte, era una arquitecta talentosa que había trabajado duro para abrir su propia firma. Ambos tenían un profundo respeto por lo que el otro había logrado y querían asegurarse de que su matrimonio fuera justo, no solo emocionalmente, sino también en términos financieros.
Un día, mientras tomaban un café, Sofía le dijo a Martín: «He estado pensando… ¿Has considerado que deberíamos hacer capitulaciones matrimoniales antes de casarnos?». Martín se sorprendió, pues nunca había pensado en ello. «¿Capitulaciones? ¿No confías en mí?», preguntó con un tono de incertidumbre.
Sofía, tranquila, sonrió y tomó su mano. «No es una cuestión de desconfianza, es más bien de proteger lo que hemos construido por separado. Hemos trabajado mucho para llegar a donde estamos, y las capitulaciones no son un símbolo de desconfianza, sino una forma de asegurarnos de que, pase lo que pase, todo esté claro desde el principio.»
Martín, aunque inicialmente escéptico, comenzó a considerar la idea. Ambos sabían que, aunque el amor y la confianza eran la base de su relación, las circunstancias de la vida podían cambiar. El matrimonio implicaba no solo una unión sentimental, sino también una unión económica, y era mejor que ambos tuvieran claridad sobre lo que sucedería con sus bienes.
Decidieron buscar el consejo de un abogado de confianza. Visitaron a la abogada Laura, quien les explicó la importancia y los beneficios de las capitulaciones matrimoniales. «Las capitulaciones matrimoniales son un acuerdo que se firma antes del matrimonio y permite que ambos decidan cómo se manejarán sus bienes durante y, si fuera el caso, después del matrimonio», les dijo Laura.
Sofía y Martín escuchaban con atención. Laura continuó explicando: «En Colombia, si no se firman capitulaciones, por defecto el matrimonio se rige bajo el régimen de sociedad conyugal, lo que significa que todos los bienes adquiridos durante el matrimonio se compartirán, incluso si uno de los dos los genera por su propio esfuerzo. Las capitulaciones permiten que ustedes elijan un camino diferente, donde cada uno conserve lo que tenía antes de casarse, y lo que adquieran en el futuro también se pueda manejar de manera independiente si así lo desean».
Martín, que al principio se había mostrado reticente, empezó a ver las cosas de otra manera. «Entonces, las capitulaciones no son para protegerse del otro, sino para proteger lo que hemos construido antes del matrimonio, ¿cierto?», preguntó.
Laura asintió: «Exactamente. Las capitulaciones son una forma de anticiparse a posibles problemas futuros, y de evitar conflictos o malentendidos en caso de que las cosas no salgan como esperaban. Incluso si el matrimonio dura para siempre, este acuerdo les da tranquilidad a ambos. Además, protegen a terceros, como los socios de Martín en su negocio familiar, o a las empresas de Sofía, ya que garantizan que los bienes relacionados con esas actividades no se vean involucrados en la sociedad conyugal.»
Después de esa conversación, Sofía y Martín tomaron la decisión de redactar sus capitulaciones matrimoniales. Con la ayuda de Laura, acordaron que los bienes que cada uno tenía antes de casarse seguirían siendo de su propiedad exclusiva, y que los que adquirieran juntos podrían decidir cómo se repartirían en el futuro.
Al poco tiempo, celebraron su boda rodeados de familiares y amigos. Sabían que el acuerdo que habían firmado no cambiaba el amor que sentían, sino que reforzaba la confianza mutua. Las capitulaciones matrimoniales no eran una barrera, sino una base sólida sobre la cual construir su vida en común.
En A y G Asesorías Integrales, estamos convencidos de que las capitulaciones matrimoniales son una opción responsable para aquellas parejas que desean comenzar su vida juntos con transparencia y respeto mutuo. Si estás a punto de casarte y quieres saber más sobre cómo proteger tu patrimonio, no dudes en consultarnos.
